Ayer pudimos disfrutar de una pequeña obra de teatro en francés.
Céline, la protagonista, estaba celebrando un picnic, ya que era el aniversario de su amistad con su perro Marcel. Nos contó como se conocieron y es que, un día, paseando por el campo, un perro fue a buscarla indicándole que lo siguiera. Ese perro era Marcel, ella lo siguió y encontró aquello que el perro quería mostrarle, un huevo de colores que poco a poco fue abriéndose y del cual nació un cuento bebé. Y, de esta forma, se convirtió en mamá de cuentos o, lo que es lo mismo, en contadora de cuentos.
Fue muy divertido y les gustó mucho. Sobretodo fue genial poder participar activamente en la actuación.
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